El camino de las mujeres campesinas Siemprevivas, en la búsqueda de reconocimiento y empoderamiento ha sido un viaje de dos décadas lleno de luchas y triunfos. Este recorrido ha estado marcado por la implementación de proyectos productivos, la formación de alianzas estratégicas, el reconocimiento a nivel nacional e internacional y, sobre todo, de la reivindicación de sus derechos.
A 129 kilómetros de Medellín y con una temperatura promedio de 13 grados, en la vereda San José de la Montaña, una localidad que pertenece al corregimiento de San Cristóbal, nos encontramos con un fascinante grupo de mujeres que han decidido tomar las riendas de su destino; estas valientes mujeres han formado La Asociación de Mujeres Campesinas Siemprevivas.
Origen de la Asociación
La Asociación de Mujeres Campesinas Siemprevivas, inicia en el año 1997, a partir de la iniciativa de la corporación Penca de Sábila. Esta corporación convocó a las mujeres de la vereda San José de la Montaña para compartir objetivos comunitarios con un enfoque especial en acciones y procesos de formación en temas de género, derechos de las mujeres y auto-reconocimiento. El objetivo principal de esta iniciativa era empoderar a las mujeres y promover la autonomía en la toma de decisiones.
La Fundación de la Asociación.
En el año 2003, nace legalmente la Asociación. Este grupo, conformado por 60 mujeres, obtuvo su personería jurídica y creó los estatutos que rigen las normas de la asociación. Pero su trabajo no se limitó a la legalización de la organización, también se dedicaron a formarse y capacitarse en temas de género, lo que les permitió transformar su mirada hacia la sociedad y fortalecer su identidad como mujeres.
A dos años de su fundación, en el 2005, las mujeres de la Asociación iniciaron proyectos productivos. Obtuvieron recursos para la adecuación de una sede de transformación de alimentos, donde comenzaron a elaborar conservas, mermeladas y refrigerios. Esto no solo les permitió generar ingresos, sino también fortalecer sus habilidades y competencias.
Educación y Formación Continuada
El año 2007 marcó otro hito importante para la Asociación. Las mujeres comenzaron a participar en espacios de formación y educación contextualizada. Algunas de ellas, al ver la necesidad de completar sus estudios primarios y secundarios, decidieron retomar su educación. Además, se formaron como técnicas en agroecología. Este proceso educativo permitió que las mujeres reconocieran sus raíces y la relación con la tierra, reafirmando su orgullo de ser mujeres campesinas.
Participación Social y Política.
En el 2010, las mujeres Siemprevivas; empezaron a incursionar en espacios sociales y políticos a nivel local y municipal. Participaron en el plan de desarrollo municipal, presupuesto participativo, juntas de acción comunal, acueductos comunitarios, entre otros. Esta participación les permitió tener una nueva perspectiva de la sociedad y levantar su voz en diferentes escenarios. También fueron parte del festival de agroecología y el encuentro de mujeres del campo y la ciudad, donde pudieron compartir experiencias con otras asociaciones de Medellín y los corregimientos.
En este año, también implementaron proyectos productivos de especies menores como pollos de engorde y gallinas criollas. Además, fortalecieron la producción con alternativas agroecológicas.
Defensa del Territorio Rural .
En el 2012, participaron en la asamblea campesina corregimental y en el plan de ordenamiento territorial. Su objetivo era hacer incidencia para que el distrito rural campesino se incluyera en el POT,( Plan de ordenamiento Territorial) como figura de protección al campo. Estas luchas han permitido a las mujeres reivindicar sus derechos como mujeres rurales en la defensa del territorio rural y la vida campesina. Además, forman parte de la red Inter corregimental de mujeres (San Antonio de Prado, San Cristóbal y Palmitas).
Avances y Alianzas.
En el 2014, fortalecieron la producción con alternativas agroecológicas. Participaron en acciones como el referendo del agua y el mínimo vital gratuito, lo que marcó el comienzo de su viaje hacia el empoderamiento y el reconocimiento.
En el 2016, dieron un paso adelante al implementar las giras agroecológicas desde sus fincas como turismo ecológico. Esta iniciativa no sólo fortaleció su producción agrícola, sino también su economía. En este mismo año, formaron alianzas con otras entidades que afianzaron aún más sus proyectos y procesos. Lograron avanzar en el reconocimiento a nivel nacional e internacional por sus procesos de empoderamiento y su aporte a la seguridad y soberanía alimentaria. Además, se crearon alianzas estratégicas para la consecución de recursos por presupuesto participativo para la educación superior de las mujeres adultas del corregimiento.
El Valor de la Asociación
La asociación ha sido una verdadera escuela para muchas mujeres, ya que les ha permitido reconocer sus capacidades y derechos. Ha representado una plataforma desde la cual las mujeres pueden aprender, crecer y empoderarse, desafiando las normas y roles tradicionales de género. A través de su participación en la Asociación, estas mujeres han encontrado un sentido de propósito, una voz y una comunidad de apoyo. Este proceso es aún más especial cuando se trata de mujeres que, a pesar de las adversidades y las barreras sociales, han logrado transformar su realidad y su entorno. El camino que han recorrido es un claro ejemplo de cómo el empoderamiento femenino puede transformar vidas y comunidades.
El Impacto de la Asociación
La Asociación de Mujeres Campesinas Siemprevivas ha sido una luz de esperanza y un catalizador de cambio en su comunidad. Este esfuerzo colectivo ha generado un impacto sustancial en la vida de muchas mujeres y en la comunidad en general.
Reivindicación de Derechos: Hacia el 2023.
Hasta el año 2023, las mujeres campesinas han logrado reconocerse como tales, reivindicando derechos fundamentales como el derecho a la educación superior. Han creado vínculos que las unen en sus objetivos e intereses comunes. Esta unión ha permitido la autonomía propia y la continuidad en el tiempo, donde han obtenido bases firmes y sólidas para continuar en el tiempo y dejar un legado a las futuras generaciones. Hoy, celebran veinte años de esta labor.
Hoy, sin duda, es un día para reconocer su trasegar a quienes han demostrado que con determinación y unión, se pueden lograr grandes cosas. Su viaje de dos décadas ha sido un testimonio de perseverancia y fortaleza, y su historia sigue siendo escrita con cada nueva lucha y cada nuevo triunfo. Su historia nos recuerda que, a pesar de las dificultades, es posible luchar por nuestros derechos y transformar nuestra realidad.
En resumen, la crónica de las mujeres campesinas siempre vivas, es un relato de resistencia perpetua y empoderamiento. Su involucramiento activo en la sociedad y su compromiso con la educación y el crecimiento personal son un ejemplo a seguir para todos. Ellas son una fuente de inspiración para todas las mujeres que luchan por un mundo más igualitario.
Hoy, después de veinte años continúan demostrando que con bravura y firmeza se pueden derribar obstáculos y construir una comunidad más justa.
Con Amor: Elena L.
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